El cine, como medio de captación del movimiento y forma de narración, tiene unos antecedentes lejanos en la historia. Los primeros intentos del hombre por captar el movimiento y plasmarlo en una representación artística se remontan a las pinturas rupestres (1) y a las sombras chinescas (2).
Las primeras representaciones plásticas narrativas están presentes en el arte egipcio, griego, asirio y romano, como es el caso de la Columna de Trajano (3) donde se narra de forma visual la conquista de la Dacia por el emperador romano.
Puesto que el desarrollo de la cronofotografía permitirá descomponer el movimiento en fracciones fotográficas mínimas, ahora queda tan sólo recomponerlo a través de la proyección sucesiva de aquellas fotografías sobre una pantalla. Gracias a la persistencia retiniana, el ojo humano percibe esa sucesión de imágenes como un movimiento continuado. Se trata pues de la combinación del principio de la linterna mágica de Athanasius Kircher y de un dispositivo que permita el arrastre intermitente de la película. Otro invento que hace posible la aparición del cine es la película de celuloide (11) que, al ser flexible, resistente y transparente, y por admitir las perforaciones necesarias para el arrastre, será el soporte utilizado desde entonces. Una vez avanzadas las investigaciones, el principal problema ocasionado por la película de celuloide es el derivado de su condición altamente inflamable.
El panorama del cine que va desde el año veinte hasta los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial es en extremo variado.
Dos hechos capitales vinieron a alterar substancialmente la marcha del cine durante esta verdadera edad de oro. Primero Francia perdió su hegemonía en la producción mundial de películas, siendo desplazada por EE.UU., país que transformó el arte fílmico en una industria de colosales proporciones, Hollywood dominó sin contrapeso los mercados internacionales, consolidándose como el mayor centro cinematográfico del mundo y atrayendo como un imán a los mejores directores y actores del globo, que fueron contratados con honorarios fabulosos.
Y en la misma "Meca del cine" surgió durante este período el cine "sonoro", el acontecimiento más trascendental ocurrido en el cinematógrafo desde su invención. Su aparición marcó el fin de una etapa y el comienzo de otra técnicamente mucho más perfecta y que vinculó más aún el cine con la realidad.
Y en la misma "Meca del cine" surgió durante este período el cine "sonoro", el acontecimiento más trascendental ocurrido en el cinematógrafo desde su invención. Su aparición marcó el fin de una etapa y el comienzo de otra técnicamente mucho más perfecta y que vinculó más aún el cine con la realidad.
Hacia fines de la década del veinte el cine sonoro hizo su triunfal aparición, imponiéndose definitivamente.
En Italia el "séptimo arte" tuvo un florecimiento verdaderamente espectacular gracias al talento y la ambición de algunos cineastas que supieron encontrar una fórmula nueva que, por un lado, dejara satisfechas las exigencias espirituales del público más culto y, por otro, las de las masas menos instruidas. Vittorio De Sica, Roberto Rossellini, Luchino Visconti, Luigi Zampa, Giuseppe de Santis y Carlo Lizzand, surgidos a principios de la década del cuarenta, continuaron produciendo excelentes filmes hasta el día de hoy. Junto a ellos, los más recientes: Federico Fellini, "La Dolce Vita" (1959), y Michelangelo Antonioni, "Eclipse” (1962), han llevado en estos últimos años a la cinematografía itálica a un sitial de privilegio en el mundo.
Dado que el cine en sí llegó a la madurez durante el período modernista (entre la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial), toda película tiene un elemento "moderno" en términos de este período de tiempo. Como movimiento, el modernismo ha rechazado en gran parte las formas realismo, el sentimentalismo y otras expresiones que eran muy populares en el siglo 19 y pone un mayor énfasis en la subjetividad y en el uso de efectos para crear imágenes que no necesariamente reflejan la experiencia real. Aunque este término se utiliza con mayor frecuencia para la literatura y el arte, el cine también presenta muchos elementos modernistas.
FUENTES:http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n46/lzavala.html
http://www.librosmaravillosos.com/historiacine/capitulo01.html
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